Iron Maiden - entre el Caos y la Gloria

::: Una canción de Iron Maiden fue la que me hizo agarrarle el gusto al metal hace ya 21 años: la muy poderosa "The Prisoner" del legendario álbum "The Number of the Beast", así que esta banda tiene un significado especial para mi. Ya en 1992 vinieron por vez primera y no pude ir por cuestiones de edad (a mi mamá no le hacía gracia que su hijo adolescente de 15 años fuese solo a un concierto de heavy metal), por lo tanto, asistir a este concierto fue algo así como una cuestión de honor para mi.

Cuando en el título de este post hablo de "caos" me refiero a lo que ya todos saben: la organización por parte de Evenpro dejó muchísimo que desear en muchos frentes. Al parecer esta empresa adoptó un método de "gestión inercial", dejando que la masa de asistentes al evento se moviese por peso y volumen propios. En la entrada hubo perdigonazos, rociadas de la "Ballena" -- en un momento temí por la realización del evento con todos estos conatos de violencia antes de entrar al recinto.

Y ya dentro las cosas no mejoraron en lo absoluto: al canto de guerra de "y va a caer, va a caer, esta baranda va a caer", pues eso, la débil baranda que separaba las áreas "General" de "Preferencial" cayó y todo el que pagó Bsf.250,00 disfrutó igual que el que pagó los Bsf.450,00 -- o por lo menos todo el que quizo. Yo preferí quedarme pegado de lo que quedó de la baranda, la cual me sirvió de necesario punto de apoyo para soportar el "plantón" de horas entre la entrada al evento y la duración efectiva del mismo. En el siguiente video pueden ver un instante del mencionado "salto de talanquera":

Habiendo mencionado esas menudeces, pasemos ahora al componente de "gloria". Los Iron Maiden fueron teloneados por Lauren Harris, hija del bajista y líder de la banda, Steve Harris. Se nota que papi Steve quiere mucho a su hija y le está dando todo el espaldarazo para que la chica tenga la exposición internacional debida desde un primer momento, pero, lamentablemente, la propuesta musical de la chica: a) no encaja con el estilo de Iron Maiden, al ser un pop-rock tirando a hard, de sonido bastante comercial, y b) suena bastante regularona, muy poco memorable, aunque eso sí, el público igual la aplaudió sin mezquindad. Esperemos que con el tiempo consigan desarrollar un estilo que sea más interesante.

Ahora, pasando a la esperada presentación de la banda, en lo musical, tengo muy poco de qué quejarme. Esta es una agrupación que se ha ganado su reputación de leyendas vivientes a pulso, tocando sin pausa desde hace más de 30 años, moldeando el metal que escuchamos hoy e influyendo sobre generaciones de músicos. Ver a una banda como Maiden en vivo es una experiencia musical de alto calibre. La ejecución es impecable. La energía es desbordante. Y estamos hablando de temas realmente clásicos, ya que la idea detrás de la gira "Somewhere Back In Time" es precisamente hacer un recorrido por la época "de oro" de la banda (hasta el álbum Fear Of The Dark), así que aquí no quedó tema sin corear por el público. Como puntos resaltantes, destacaron la energía que desprenden en escena Bruce Dickinson, Steve Harris y Janick Gers (en contraposición a un Adrian Smith más calmado y un Dave Murray francamente estático). La puesta en escena, sin llegar a lo épico, fue bien efectiva para ambientar la era "clásica" de la agrupación. Bien interesante el nuevo enfoque histriónico de Dickinson, de usar disfraces en algunos de los temas: un disfraz de soldado británico durante "The Trooper", una larga batola durante "Rime of The Ancient Mariner" y hasta una extraña máscara en "Powerslave". La presencia del gigantesco Eddie en versión "Somewhere in Time" mientras tocaban el tema homónimo de la banda fue uno de los momentos más memorables del concierto.

Mis únicas dos quejas serían que: pasaron por alto el álbum "No Prayer For The Dying", y considerando que tres de los temas interpretados fueron del primer álbum, hubiese preferido, muy en lo personal, que hubiesen tocado, "Tailgunner" en vez de "Sanctuary"; y por el otro lado, tuve la sensación de que el bis fue muy corto, quizá hubiese esperado algún tema más. Pero eso no opaca para nada la sensación de haber visto a unas leyendas vivientes del heavy metal en persona. Bruce Dickinson dijo que no tendríamos que esperar otros 20 años más para ver a Iron Maiden de nuevo en Venezuela. ¡Tengamos fe! :::