La Ciudad de los Ojos Rojos
::: Caracas es un fume en estos días, definitivamente.
Caracas tiene cada vez más gente, sin ser necesariamente más grande. Eso implica que, como conversaba en estos días con Alex, aka Silent Gnome, para todo hay que hacer una cola, y de las largas. El Metro es un desnalgue de gente a toda hora y en cualquier dirección. Los torniquetes de salida libre han llenado de tickets usados los pisos de las estaciones. Poco a poco parece perderse ese ambiente de pulcritud por el cual era conocido el Metro de Caracas, como modelo a seguir por otros subterráneos del mundo. Como una paradoja más de estos tiempos que vive nuestro país, algunos vagones están forrados por fuera con propaganda política del fulano Socialismo del Siglo XXI y caras del Che Guevara, mientras que por dentro tienen publicidad comercial hasta en el techo. Socialistas por fuera, capitalistas por dentro...
En otro orden de ideas, podría considerarme afortunado que de que sólo vi unos cuatro emos en toda mi estadía, de los cuales quizá sólo uno se podría considerar 100% como tal, los otros tres eran simples remedos... :-) ...ahora, carajitos con pinta de reguetoneros sí sobran, con sus gorras cabezonas de medio lado, así como los perennes chacaiteros y otras especies (tenía años sin ver a un auténtico punk, por ejemplo, al cual vi en los predios del Parque del Este).
Espero que en mi próxima visita sí me de por lo menos chance de reunirme con algunos de los blogueros de allá ¡en un sitio donde no haya que hacer colas! :::
Cuatro días en la capital, mi ciudad natal, me sirvieron para hacerme sentir como un extraño en casa, sensación bien freak que ya había presentido en visitas anteriores.
Caracas tiene cada vez más gente, sin ser necesariamente más grande. Eso implica que, como conversaba en estos días con Alex, aka Silent Gnome, para todo hay que hacer una cola, y de las largas. El Metro es un desnalgue de gente a toda hora y en cualquier dirección. Los torniquetes de salida libre han llenado de tickets usados los pisos de las estaciones. Poco a poco parece perderse ese ambiente de pulcritud por el cual era conocido el Metro de Caracas, como modelo a seguir por otros subterráneos del mundo. Como una paradoja más de estos tiempos que vive nuestro país, algunos vagones están forrados por fuera con propaganda política del fulano Socialismo del Siglo XXI y caras del Che Guevara, mientras que por dentro tienen publicidad comercial hasta en el techo. Socialistas por fuera, capitalistas por dentro...
Otro punto negativo, y es algo que me comentó Marcel también, es que no pareciera haber ambiente navideño. O por lo menos, al que hay, le falta algo. Y es cierto. Hay mucha decoración navideña, mucha compra decembrina, pero falta algo intangible en el ambiente que le diferencia de lo que uno normalmente experimenta en esta época. ¿Será que no huele a pintura nueva? ¿Falta de parrandas en la calle? ¿Patinatas? ¿O será el cansancio post-electoral? Y por cierto, eso no sólo pasa en Caracas. Aquí en El Tigre es más o menos lo mismo. La Navidad está como que aguada...
En otro orden de ideas, podría considerarme afortunado que de que sólo vi unos cuatro emos en toda mi estadía, de los cuales quizá sólo uno se podría considerar 100% como tal, los otros tres eran simples remedos... :-) ...ahora, carajitos con pinta de reguetoneros sí sobran, con sus gorras cabezonas de medio lado, así como los perennes chacaiteros y otras especies (tenía años sin ver a un auténtico punk, por ejemplo, al cual vi en los predios del Parque del Este).
Pero este post no es sólo una descarga interminable de negatividad. Tengo que reconocerle cosas buenas a mi ciudad a la final. En Caracas sigue habiendo esa diversidad cultural y de estilos de vida que de repente se puedan echar en falta en otros lados del país. También están los buenos restaurantes, las salas de cine, los centros comerciales (nos gusten o no), las vistas de la ciudad desde el Ávila, el clima y más. El punto es que, caos o no, en Caracas sigue habiendo cosas que hacer, ver y escuchar, y es lo que más echo en falta cuando la ladilla ataca por estos lados del país.
Espero que en mi próxima visita sí me de por lo menos chance de reunirme con algunos de los blogueros de allá ¡en un sitio donde no haya que hacer colas! :::
Comentarios
PERO BUENO HAY ALGO EN ESTA VAINA QUE ME HACE QUERERLAA PESAR DE TODO Y BUENO TODAVIA NO EM QUIERO IR DE AQUI ASI QUE NO MODO A CALARSELA
SALUDOS Y SUERTES CHAMO AH Y FELIZ NAVIDAD
Con respecto al ambiente navideño es depende como lo veas. Sucede que ahora creen que navidad es colocar muchas maticas con luces y adornar todo árbol que vean, pero dejan atrás aquellas patinatas, paseos, etc..
Saludos.
@goddamn & salva: les entiendo completamente. Cuando uno vive allá es un poco distinto. El peo está en desacostumbrarse. Yo por ejemplo ya ando frenado con respecto al ritmo de vida de Caracas!
@mauricius rosadov: yo creo que es que debes tener una rayita de mierda encima del labio, porque todo te apesta!
@zombie: hubiese querido avisarles a todos los de la zona, pero no me dio chance mi pana, y mismamente, será para la próxima.